A la edad de 4 años los niños pueden empezar a iniciarse en el mundo de la danza. Para ello recomendamos las clases de iniciación a la danza donde se trabajan aspectos tan importantes y necesarios como la colocación del cuerpo, la coordinación, la musicalidad, la creatividad y la improvisación, entre otros.
¿Cuándo debería empezar el alumno a trabajar en la barra?
Mi respuesta es que a estas edades los niños todavía no han desarrollado la coordinación motora y la conciencia espacial necesarias y tampoco están preparados psicológicamente para este tipo de disciplina. A la edad de 4 o 5 años, se encuentran en la etapa de aprendizaje de elementos básicos que les servirán para toda la vida y, los estímulos físicos, cognitivos, sociales y emocionales son de mucha importancia para el buen desarrollo del alumno. Por eso creemos que poner al niño a hacer ejercicios en la barra a esta edad sería saltarse los pasos fundamentales del proceso educativo.
El niño necesita ser estimulado a través de la lucidez, realizando ejercicios que trabajen la danza combinados con todos los aspectos motores. Ejercicios divertidos, atractivos para ellos, que aprendan a disfrutar del movimiento sin la dura disciplina del Ballet Clásico en las clases de iniciación a la danza. Ésta ya vendrá más adelante, cuando estén preparados y concienciados de la importancia de la autoexigencia.
Cuando son pequeños se priorizan preferentemente ejercicios de equilibrio, de conciencia corporal y que descubran todas las posibilidades en cuanto a movilidad.
En estas clases estimulamos la coordinación motora, el impulso de saltos y aterrizajes, la memoria y la percepción espacial y musical.
Se debe enseñar con cariño, sin demasiada exigencia y poco a poco ir viendo la evolución en sus movimientos de una forma natural, de esta manera serán más conscientes de sus logros.
Utilizaremos la barra puntualmente para realizar algún ejercicio concreto pero no será hasta los seis o siete años que entren en la dinámica de una clase de ballet
Un aspecto muy importante y beneficioso a estas edades es que aprendan a canalizar sus emociones a través del movimiento.
Iniciar a los más pequeños en el mundo de la danza es un acierto seguro y le dará herramientas para sacar partido a su cuerpo y poder iniciarse, más adelante, en otras disciplinas.